28 de julio de 2012

Recordatorio por la buena causa

I.

Alguna vez escuché a alguien decir, muy indignado, que no era una oveja (no por lanudo, aquí nadie puede tener el lujo de ser lanudo, sino por lo que decirle oveja a alguien, puede implicar: que pertenece a un rebaño).

Yo, claro, no le dije esto a él, pero se los digo a ustedes ahora: Quizá no seamos ovejas por la necesidad de seguir un mismo rumbo, sea cual sea, quizá seamos ovejas por miopes y torpes… Sí, porque las ovejas son miopes y torpes; Y nosotros somos miopes y torpes y, constantemente, en la vida, necesitamos que se nos ayude (si no, estaríamos como una maldita cabra… -jé, mal chiste).

Y si seguimos un mismo rumbo no es por moda, es porque todos buscamos un fin en común: felicidad. Lo que en temas sociales se reduce a: bienestar, seguridad, sustentabilidad y poder tener cierta confianza en nuestros gobernantes… No somos una masa de necios enfurecidos, somos una multitud de gente indignada porque nos arrebatan deliveradamente de las manos nuestro derecho a vivir bien, sin deberla ni temerla.

Y si hemos decidido usar la palabra y la cultura como defensa, y no las armas como a la vieja usanza, es porque podemos; y si podemos es porque alguien ya, en su tiempo, luchó con sus propios recursos y en su contexto para que nosotros mismos pudiésemos darnos el lujo de utilizar la cultura como un arma, la información como una defensa y la expresión como por mera naturaleza… En lugar de reemplazar todo esto con violencia.

Hacemos todo esto porque creemos en una causa, así como gente en el pasado creyó también en una causa. Es una forma de avanzar, tenemos que creer en una causa porque de lo contrario, si perdiéramos la esperanza… la esperanza de vivir tranquilos en nuestra amada patria, si así fuera, estaríamos sencillamente perdidos.

Y aquí estamos. El pueblo unido. La mayoría de nosotros somos estudiantes pero hay de todo tipo de gente. Quizá nosotros tenemos la carga de representar ya que los demás están ocupados liando con sus familias, sus problemas y preocupada por los estragos que la crisis crea en sus hogares. Quizá es que por ser tan jóvenes aún tengamos fuerzas para aguantar el tiempo que esta lucha, hasta ahora pacífica, requiere. Pero somos la gran mayoría, y clamamos por justicia.


II.


"Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano."


III.

Mi abuelita se llamaba Adela pero
yo ya
no.

Soy la no-Adelita sacada de su era
pero nunca de su país.

***

Siento que no me roban a mí sino que le roban a mis posibles hijos.
Pero no, en realidad, sí me roban a mí.

***

Nombraron todo como la supuesta primavera Mexicana pero se olvidaron de que la primavera es sólo una estación que dura tan solo unos meses… y ni siquiera es igual en todos lados. ¿Qué tan fuerte ha sido nuestro invierno? ¿Cuánto tiempo aletargados?

***

¿Recuerdas eso que se suele decir de que la mentira, mientras más la repitas, más te convences de ella?

Bueno, pues no siempre funciona. Hay veces en las que eres demasiado consciente de la realidad.



Gracias,
Centinela.

3 comentarios:

  1. No todos los fríos son de invierno, ni todas las primaveras son iguales, exacto.

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  2. Es, un bonito conjunto de todo. Reflexivo y alentador. Se puede, claro que sí.

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  3. y que las voces retumben en los oídos de los peores sordos, los que no quieran oír, me gustó, saludos n.n

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Póngase su traje y tanque de oxígeno, sea bienvenido a La Luna.

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