9 de diciembre de 2012

Por amor también se mata [6]



Persuadí a mi amigo; llego el día del concierto, yo estaba nervioso, Wilfredo emocionado. Arribamos al evento, deseaba verla comerla a besos, mínimo olerla.

Los boletos eran de zona VIP, mi vista tenía integrado un radar listo para localizar su figura; de repente su dulce luz ilumino mi vida, estaba ahí, frente a mí, me acerque y le toqué el hombro, volteó y me miro con esos ojos tan perfectos, no dude ni un segundo y le dije: -Vente conmigo, vamos al fin del mundo donde sólo existamos tu y yo -. Ella nerviosa tomo mi mano y su irresistible boca emanó un "te amo", así pasaron como dos canciones, de repente me susurro al oído -Tengo un plan, promete que me harás caso en todo lo que te diga -. Yo asenté con la cabeza.

Terminó el show, le dije a Wilfredo que se fuera, lo abrace fuerte, sabía que jamás volvería a verlo.

Caminamos hacia los camerinos, Greys abrió la puerta de uno y nos intentamos, me encerró en el armario, llevo su dedo índice de la mano derecha, después lo coloco en sus labios dándole un beso haciéndome seña de silencio y lo puso en mi boca.

Estaba helado, consternado, no sabía lo que pasaría, pero mi corazón era un inmenso volcán mugiendo.
De repente entro John, él la abrazó por la cintura y la besó, sentí que la sangre me hervía, pero sabía que tenía que aguantar, un movimiento en falso y todo sería fatal. Ella se sentó en el sofá mientras él hacía gala de su patanería. Greys, sigilosa, espero a que estuviera descuidado y por la espalda lo hirió de muerte, en un dos por tres ante mi mirada atónita comenzó a despedazarlo, una ráfaga de odio y desenfreno fueron sus fieles ayudantes, había sangre por todas partes, dedos, manos, pies... Jamás pensé que una mujer fuera capaz de tanto por mí.

Abrió por completo la puerta del armario, su rostro hermoso estaba salpicado de carmesí el cual no opacaba sus labios, sus labios míos.

Escuche su suave y temblorosa voz que me decía -Ayúdame a limpiar y a desaparecer todo, era la única forma en la que podemos ser felices, de lo contrario el haría lo mismo con nosotros -.

Mi mente se nubló, parecía un robot, me dediqué a levantar lo que sobraba del tipo.

Salimos del recinto musical con un par de bolsas negras cada quien, ahora en los botes de basura de esta enorme ciudad yacen los restos del gran John Johnson y nosotros, nosotros vamos rumbo a ser felices a no sé a donde...










JPS

2 comentarios:

Póngase su traje y tanque de oxígeno, sea bienvenido a La Luna.

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