30 de octubre de 2012

Calavera a Julio Cortázar

Andaba muy campante
el astro cortazario,
cuando la pelona se lo topó
bajando desde el calvario...

-¿Enormísimo cronopio,
A dónde crees que vas?
escríbeme un poema...
dos novelas y algo más.

-Yo no escribo- dijo Julio-
a Catrinas incoherentes,
mis escritos son de vivos
pa' abrirles sus toscas mentes.

-Ay don Julio no me retes,
hazme un texto sin chistar,
que si no con mucho gusto
al panteón te he de mandar.

Pobre Julio, san Cójtázaj,
Argentino afrancesado...
con su máquina de escribir
al camposanto fue mandado.

Descansa en paz, Mister cronopio
allá donde es eterno el fuego
con cronopios o sin ellos
pero siempre en torno a su mundo de juego.

mfd

28 de octubre de 2012

Catrina y Frida



Conocidísima en la Nueva España
paseaba la ufana Catrina
con revuelos de seda fina
y caros broches de porcelana.

La flaquita caminaba buscando
a una mujer, buscaba la catrina;
Magdalena del Carmen Frieda
que en su apellido llevaba Kahlo.

Por entonces Frida pintaba,
y era novia de un gran sapo,
eran el sapo y la palomina
un amor inmortalizado.

La muerte debía llevársela,
ya muy temprano en su juventud,
pero la aplazó a plenitud
al verla en pobre agonía.

Fue entonces que en murales,
en museos, en compañia,
la huesuda con júbilo,
deslizó su fría mano.

"Frida el tiempo ha acabado"
Dulce sonrisa a la trágica vida,
despidió la pintora Frida
con la mano de Diego amado.

24 de octubre de 2012

Mi terror, tu terror, nuestro terror

Jamás pensé poder encontrar cosas tan terroríficas en el mundo 

 Cuando era niña y lo que veía en la televisión me manipulaba; sudaba y temblaba con Freddy Krueger, después crecí y me di cuenta de que el terror radica en otro tipo de circunstancias.

-Saber que EU es capaz de matar de hambre y bombardear a otros países, solo por considerarlos “una amenaza”, eso, eso es terror. (Para más información investiga a Noam Chomsky)




-Saber que hubo un muro que dividió por décadas familias enteras y arraigo sus costumbres sólo por un tumulto de gente no pensante, eso, eso es terror. (Googlea “Muro de Berlín”)



-Saber que todos llevamos un guion integrado para cada persona de nuestro entorno cual actores de Reallity y que el consumismo es un disfraz que nos hunde en la unificación, eso, eso es terror. (Para más información ve la película The Truman Show con Jim Carrey)



-Terror es saber que a la gente deja de gustarle la realidad, adoptando como algo sagrado la ilusión y piensa que lo profano es la verdad, eso es terror. (Para más información lee La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord)



-TERROR es el minuto 1:01:45 de La Caída del Halcón Negro dirigida por Ridley Scott.


Es así, como supe lo que verdaderamente me hace gritar…

Espero que con este toque de mi tan sublime estilo, las recomendaciones escritas del manejo del terror les sean de ayuda para superar sus tontos miedos…




JPS 

23 de octubre de 2012

DE CALAVERITAS Y FLORES






















algunas imágenes sobre el día de muertos, sobre calaveritas y flores.
una fiesta que inunda las casas y panteones, los llena de colores, texturas y olores pero sobre todo de VIDA.

21 de octubre de 2012

Todos tienen miedo...

Mi mamá, el chofer del autobus, las señoritas en el internado...

El viento.

Sí cuando pequeño, la mayor amenaza de tus papis era enviarte a un internado, está pelicula se convertirá en tu mayor excusa para que no te envien nunca, para no enviar a tus hijos; se convertirá en una de tus favoritas, o en tu mayor temor.

Hasta el viento tiene miedo es LA pelicula mexicana con mayor trasendencia en el cine de horror nacional. No vas a encontrar al Santo en busqueda de salvar a la bella damita. Tampoco disfraces mal hechos de hombres lobo atacando en la noche. Hasta el viento tiene miedo es 'miedo' puro en su mayor esplendor.

Dirigida por Carlos Enrique Taboa.


 
Pero la version del 68, sí no, no.
 
Es algo que irrumpe el silencio. la obscuridad de la habitación vacia, un alma en pena, suspenso y la muerte.
 
No puedes dejar de verla o volver a verla, solo en la noche, las luces apagadas. En este Octubre a visperas del día de muertos. 
 
 
 
 
¡Cambio y fuera!
 
 
 
Martha C.
 

19 de octubre de 2012

Bulldog




Entraste a tu habitación
Con la cabeza entre las manos,
Viste como se desnudaba el viento
Al roce de las cortinas en tu piel,
Alguien dijo tu nombre
Y no entendiste porque,
Quizás estabas solo en casa,
Solo, con olores a pantano alrededor;
De la penumbra de los ojos se escondió el ejecutor
En los músculos de la espalda.

La sangre se hizo espesa
Al primer hervor,
El enano que salió debajo de la cama
Te dijo aquello no fue,
Pero no le hiciste caso
Tomaste sus zapatos y los arrojaste por la ventana,
Y él te maldijo por 77 años
A quedarte con la mujer de una pierna,
Ella te hablo de amor y de lo dulce de la venganza
Para después abandonarte al cuarto día.

Entro el verdugo un tanto distraído
A cobrar todas las cuentas,
Él se llevo tus huesos
Mientras hablaba de lo duro del otoño,
Y se llevo también
La sensación de certeza,
Justo cuando estaba atrapado
En los recovecos de tus bolsillos,
Y tu dijiste que quizás
El había nacido antes que tú,
Porque se asomo por la puerta un momento para despedirse
Y llevarte también, suavemente.

Perdiste todo contacto
Cuando el cuervo hizo que supieras lo que él quería que supieras,
Qué clase de respeto seria aquel, que se le tiene a un cadáver que ha estado a la intemperie?,
A las afueras de las grandes organizaciones,
En donde se discute cuanto más puede ser lo suficiente.

Si, sabes las venas del cuello se inflaman
Cuando estás contra el suelo,
Cuando ellos te miran
Y te siguen a todas partes,
Y te dicen que el escape esta en las puertas
Que con sus manos han levantado,
Cuando se llevan tus ojos
Y los ocultan en la nevera,
Cuando sabes que están detrás de ti
Picándote las costillas,
Porque llevan tiempo esperando a que te distraigas,
Cierra los ojos que te están escuchando.

Lentamente se ha metido por tu lengua
Para quitarte el aliento que tanto has presumido,
Entre cruces y santos
No hay nadie quien sea buen hombre para lo roído,
La mujer de las uñas largas
En tu pecho buscando por sus hijos,
Y ella dijo dame de vuelta la garganta
Que los gritos son mudos cuando se acaba el honor,
Dime como siente estar del otro lado del camino
Con las manos a la espalda,
Y seguramente estuviste de rodillas por quince días
A sus pies fríos.

Miraste al caballero
En la puerta de la cabaña,
Pudiste ver a los arboles
Pero no encontrar el bosque,
Él grito y se abalanzo sobre las ventanas
Pidiendo un poco de tabaco para el domador,
Dale un poco de agua;
Déjalo pasar,
Sabes que algo se ha estado moviendo en las alcantarillas
Muy debajo de tus pies,
Quizás aquel animal es el pedazo de rostro que te hace falta,
Después de todo él lleva tu nombre.

Si, entraste a la habitación
Conversando con las siluetas de la mente,
El castigo por llevar los dedos en los bolsillos
Y haber olvidado lo que se suponía deberías recordar,
Ahora eres la sombra del sol de ayer
En el solsticio de invierno,
Ellos te buscaron
Y te encontraron durmiendo,
Sabes que siempre habían estado detrás de la puerta,
Buscando cerrar el trato,
Aquel caballero
Que envía cartas
Desde el camino de la desolación.








-Nouvelle Cano-

16 de octubre de 2012

El rosario de Angélica Altagracia [Micronarrativa]

Casi nunca salgo los domingos, es el único día de la semana en que puedo descansar, es tanto mi ocio que ni siquiera tomo en cuenta los desesperantes sonidos del despertador. Casi nunca logro alcanzar un litro de menudo calentito de Doña Maruja Simanca, a las nueve de la madrugada ya no queda ni un sólo bocado de las dos enormes ollas que elabora dominicalmente. Ese día fue la excepción, no pude dormir nada, ni siquiera con horas de sueño atropelladas que tenía semanas antes, por lo que no sólo pude alcanzar a las seis una buena porción del alimento de dioses marujano, sino que tuve la oportunidad de conocer el esquinero de vendimias que se posaba en la zona turca de la capital. 
      Eran las ocho, pero por el horario de otoño el sol tardaba en salir, las calles conservaban aquella oscuridad que hacía que las personas dudasen en si era tarde o temprano. Algunos puestos ya estaban instalados, cuánta gente extraña, cuántos rostros misteriosos una y otra vez, mujeres de piel canelosa y ojos turquesa; hombres de barbas negruzcas, una anciana con un ojo de vidrio mirándome estrepitosamente a contraesquina del Café Bagdad. Sentí una náusea tremenda, quería abandonar el lugar, un callejón en donde sólo era un extraño, un sonámbulo que cualquier otro domingo seguiría pegado a las sábanas. 
      Pensé en la muerte, pensé en mi divorcio con Armida, pensé en los multiples fracasos como educador, pensé y me vi a mí mismo como un personaje de Carlos Fuentes. 
Me percaté también de que en el callejón turco, pese a su localización céntrica, las campanadas de la catedral de Nuestra Señora de Monteclovio no se escuchaban, quizás el sonido de las castañuelas de medio oriente engullían el repique judeocristiano; superposición inmediata de divinidades, duelo de deidades, fascinante pero provocante de agruras y estruendos en mi aparato digestivo.
        Me acerqué a uno de los puestos, allí había un rosario, escuálido, de colores que alguna vez emanaban un verde vida pero que ahora parecían rocas chapadas en musgo. El rosario me hablaba, algún susurro salía de su interior, lo tomé con mi mano y lo acerqué a mi oído derecho. Ruuuubéeeeeen - me decía.
-¿Qué quieres, quién eres? -  Ruuuubéeeeen - ¿Quién eres? - le preguntaba.
Entonces, inmediato a mi interacción con aquella reliquia que parecía de principios de siglo, un turco me dijo con un acento desgarrado que aquella vendimia me costaría barata por ser el primer cliente en pararse frente a su sitio.
No sé cuánto pagué, me sentía himnotizado por el objeto, aquel susurro pausado que emanaba mi nombre.
- ¿A quién le perteneció esta cosa?- el gitano no dijo nada.
- ¿conoce usted la historia de este artefacto? - insistí. Aquel hombre me miraba con un desprecio y sonreía macabramente.
Metí el artículo en mi bolsillo derecho y seguí caminando, esa náusea, ese asco, ese pensamiento a muerte me rodeaba como moscas, comencé a toser, me rasqué la cabeza y de improviso jalé sin dificultad un denso mechón de mi cabello, se estaba cayendo con facilidad, ¿qué me está pasando?

       Con las fuerzas que me quedaban, logré dar vuelta en la calle Alfaro y pude subir a mi departamento, jamás me parecieron más eternos los veintiséis peldaños que de a diario subía para adentrarme a mi hogar.
-Rubéeeen.- suspiraba el artefacto sacro- Tú no me conoces, pero yo sé quién eres...
En delirio logré sentarme sobre el colchón, comencé a mirar borroso, no podía hablar, vomité el desayuno divino, debió haberme hecho daño, aunque atribuía mi malestar a mis desgracias mensuales, no quería aceptarlo pero estaba convencido de que aquel objeto estaba controlándome y que sus suspiros, suspiros de una mujer, me estaban tragando la poca alma que me quedaba.
         Caí en sueño, no sin antes, con la borrosidad en la vista, creer ver una silueta difuminada sentada en la mecedora de a lado, alcanzaba a distinguir un cabello rubio casi blanco, un vestido elegante, luego los ruidos dejaban de escucharse en el rosario y se perpetraban a lo largo de mi cuarto.
-Rubéeen, no me conoces pero quieres estar conmigo... lo sé.
Ipso facto escuché una risa que no parecía de este mundo, y en sueño caí.

Desperté tiempo después, era tarde, y el clima era similar al de la mañana, la misma sensación a horas menudas en que el sol o sale o se posa, tembloroso y con marcas en mi cuello, aterrado bajé corriendo esperando encontrar al gitano que me vendió la pieza y reclamarle el sentimiento y pavor.

       Continué pensando en la muerte, en mi divorcio, pero también embelesado por aquel súcubo, aquel demonio de quién no sabía nada y a quién deseaba de una manera enfermiza... bajé por la calle principal, el callejón turco comenzaba a empacar para irse sabrá Dios a dónde. 
¡Ay destino, ay cruento destino!, mi mano sangraba, tenía tan apretado el artefacto a mi mano que una de sus incrustaciones se enterró a mi piel y comenzó a brotar el líquido de la vida, busqué con la otra mano al gitano, todos parecían el mismo, un organillo sonaba una tétrica canción, no escuchaba los repiques del templo, estaba solo en tierra hostil. 
           Al fondo de la calle, sin inmutarse, la vieja del ojo de vidrio me miraba con una sonrisa maquiavélica.
-¿Dónde... de quién... de qué es este rosario?- le pregunté.
Ella se río y después de un tiempo miró mi brazo ensagrentado y me comentó que dicha reliquia le había pertenecido a Angélica Altagracia, una marquesa de siglos pasados que había emigrado a México, muchos decían que solapaba sus prácticas de brujería en arte sacro. La señora, riendo, me comentó que Altagracia había sido hacía algunas vidas, la amante del mismísimo Lucifer, sé que no dijo Lucifer, dijo un nombre en Turco, pero luego me hizo la aclaración de que algunas entidades tenían más nombres que siglos transcurridos en el planeta.
Mis pies temblaron, a lo lejos miraba a una mujer... era ella, Angélica Altagracia, ya no tan borrosa. Los cientos de turcos a mi alrededor, incluida la señora del ojo de vidrio se quedaron congelados; en el cielo palomas suspendidas sin moverse como volando, aquel demonio había detenido el tiempo y se acercaba lentamente. Yo no podía mover más que mis ojos, intentaba gritar, salir del dolor, pero no lograba nada.
Entonces, viendo su siniestra marcha, acepté mi destino, pensé en mi divorcio nuevamente, pensé en el caos y la podredumbre de aquellos chiquillos malcriados a quienes instruí en sus clases de geografía. Pensé en mis pocos amigos que me llamaban tartamudo o se burlaban de mí.
          Ella es la indicada, Angélica Altagracia es la indicada, ya viene en camino, su cabello es rubio rayando a lo blanco, no tiene pies, está flotando y sus manos no tienen carne ni piel, son dos huesos.
Sé que no tiene ojos, ya la veo claramente, hay dos cuencas y sé que en el fondo de ellas hay un espejo, sé que en su boca hay muerte pero esa muerte es una salida divina. Ella tiene lo que busco, el vacío que busco, la muerte que busco, ella lo tiene...
El rosario se está quemando en la palma de mis manos y ella ya está a unos metros de mí... ahora la escena de gitanos está al pendiente, como aplaudiendo nuestro encuentro.
Angélica, Angélica del demonio, sé que seré un amante más, un alma a tu colección, sé que usarás mi espíritu y lo engullirás con la alegría y la náusea con la que yo comí el menudo.
Angélica, estás suspirando mi nombre,
estás cada vez más cerca de mí...
Angélica Altagracia, has pescado un pez grande...
Angélica...
Angélica...
An-gé...

***
mfd

14 de octubre de 2012

La desaparición del cadáver de Ernesto



Mientras mi novio fallecía en la cama, yo me encontraba al borde de un pensamiento tardío a una solución. Santi se encontraba ahí acostado débil como alfeñique, caquéctico por la cantidad de días que había dejado de apreciar la comida, su facies hipocrática me recordaba a cualquier coma premortem, el pobre vaya… ya no respondía a mis caricias y su respuesta a mi voz tardaba cada vez más en volver…

Lector lo que estoy a punto de describirle le parecerá difícil de creer, pero ante todo le pediré que abra su mente, que cierre sus labios y de ser posible que ponga mucha atención.

Aquella noche fue un jueves once de octubre, afuera el ambiente estaba muy húmedo, los relámpagos caían con tanta frecuencia iluminando los nubarrones negros y ningún trueno se escuchaba. Iba manejando rumbo a mi casa después de haber tenido una noche muy ocupada en el hospital donde trabajaba y lo único que quería era llegar y dormir; fue entonces cuando giré para estacionarme que lo vi tirado frente al árbol que se encontraba en medio de la cochera, inmediatamente me bajé a revisarlo, estaba totalmente soporoso y balbuceaba palabras que apenas entendía.
  • ¡No.. murió, murió!
Preocupada lo metí a la casa y lo recosté en el sillón de la sala, fui por mi material médico para determinar que le sucedía pero cuando volví se encontraba en un shock indeterminable, simplemente tenía un perfil enjuto más allá de su delgadez normal, sus mejillas estaban hundidas, la nariz se le había afilado,  tenía sus globos oculares más afuera de lo normal como si algo lo hubiese impresionado fuertemente; revisando un poco más encontré que había cianosis en sus labios que otrora fueran más rojos que los míos y estaba completamente deshidratado.  Inmediatamente lo subí a mi cuarto con dificultad, su actitud era apenas instintiva y puesto que tenía su cabeza contra mi hombro oía su respiración acelerada a través de aliento sobre mis oídos, su boca espiraba tan fuerte que movía con insistencia los bordes de mi blusa además de que se encontraba sudando demasiado.

Cuando lo recosté vi a alguien muy diferente de la persona que había estado amando por estos tres años, sin embargo finalmente cuando logré estabilizarlo en lo posible me retiré a darme una ducha. Salía de bañarme pensando todo el tiempo en que se trataba de probablemente de alguna situación de ansiedad o que lo habían robado y por eso estaba tan asustado, me acerqué hacía el espejo con el cabello aún mojado, el vapor inmediatamente empañaba el vidrio cada vez que yo pasaba mi mano y me observaba entre movimiento y movimiento pensando en que estuviera bien, en lo que podría haber ocurrido, pero fue cuando pasé mi mano por el espejo cuando lo vi detrás de mí con la mirada fija, me había asustado de tal manera que al voltear para verlo directamente había apoyado mi mano sobre un par de vidrios que había dejado en la mañana cuando rompí un vaso que usaba para enjuagarme la boca, pero al voltear él no estaba. Tome una de las toallas y la enrede en mi mano, fui a revisar a Santi y se encontraba despierto pero sin moverse, me acerqué a él con precaución y al mirarlo tenía los ojos entreabiertos con una mirada interrogante y ansiosa, su mentón estaba prominente como si hubiese deseado decir algo, sus ojos estaban pálidos secos y vidriosos, denotaban dolor aunque no sabía de qué sufría; me acerqué un poco más intentando moverlo pero sus movimientos eran lentos y torpes cada vez que probaba sus reflejos, ya había tomado una coloración azulosa alrededor de la mirada y una palidez extraña y marmórea en el rostro, su boca se hallaba entreabierta,  y en sus mejillas había unas manchas héticas, su respiración –sentía mientras lo observaba- se iba desvaneciendo con cada minuto.



  • ¡Santi háblame!, ¡Por Dios dime qué sucede, ¿qué te pasó?! ¡SANTI!- Finalmente pareció escucharme y su mirada vaga se torno hacia mí.
  • ¡Paulina, mi tío me visitó!- Finalmente había exclamado y me lo dijo con tal pavor que casi creía que me lo decía como si de verdad hubiese visto a su tío en vida; sin embargo pensé que se había tratado de un mal sueño y que debido a su cardiopatía sólo se encontraba mal por el susto. – De verdad Paulina lo vi, estaba al pie de mi cama parado con su postura militar frente a mí, él me advirtió, me dijo que… nos dijo que… ¡El día en que se muriera nos visitaría!, ya visitó a Rodolfo y a Héctor, debo seguir yo!
  • ¡¿De qué hablas Santi?, pero si tu tío ya falleció ¿cómo te va a visitar?!
  • De verdad Paulina, no te miento, el me visitó.
  • Estás loco, seguramente fue una pesadilla o lo alucinaste.
  • No Paulina de ver…- pronto un grito ahogado escapó de su garganta y empezó a retorcerse en la cama de dolor y tan sólo medio minuto después se quedó quieto y… falleció. Horrorizada sin saber qué hacer llamé al hospital, necesitaba determinar de qué había muerto. Llamé a sus hermanos Héctor y Rodolfo, ambos se escuchaban asustados y empecé a preocuparme de que también pudiera pasarles lo mismo que a Santiago, eran amigos cercanos míos y no deseaba lo mismo; después de que los de autopsias habían llegado para llevarse el cadáver y después de responder unas preguntas me dirigí hacía la casa de Héctor.

Al tocar a su puerta nadie abrió, grité por su nombre hasta que finalmente la puerta cedió, era él y estaba pálido, delgado igual que Santiago y tenía su mirada paralizada, entré lentamente y me siguió hasta el comedor, encendió una gran vela de un olor extraño que empezaba a impregnar la casa entera; sentada frente a él empecé a interrogarlo.

  • ¿Por qué te ves así, qué te pasó?
  • Paulina estoy muy mal… no he podido dormir, no he podido comer, estoy muy asustado.
  • Pero ¿por qué?
  • He estado viendo a mi Tío Paulina, con su cara rectísima, ese adusto mirar, su garbo imponente y ¡ese estúpido traje militar!
  • Pero qué dices, estás loco, su tío ya falleció, ¡está muerto!
  • ¡Paulina eres una tonta, no sabes lo que sucede!
  • ¡¡Pues dime!!- Le dije con las lágrimas brotando tal epifora sobre mis ojos. -¿Qué no te das cuenta? ¡Tu hermano falleció, mi novio murió, ¿qué no entiendes!
  • Paulina lo siento, es que no, no es posible, pero necesito decírtelo, a Santi ya se lo llevaron y no quiero ser el siguiente, quiero decirte todo- Cerré mi boca y mi expresión denotaba desesperación y miedo.
  • Dime…
  • Hace tres días nuestro tío Ernesto falleció, pero hace una semana antes nos había mandado llamar, él deseaba que nosotros lo cuidáramos cada uno por dos días, sabíamos que él estaba a punto morir y no queríamos realmente estar cerca de él hasta que pasara, tú sabes lo terrible que es ver morir a alguien… ¡fuf!... el último día antes de su muerte acudimos con él, nos sentíamos culpables pero in articulo mortis nos miró y dijo fuertemente “No quisieron acompañarme, yo que los he cuidado, y ya verán, ¡cuando me muera los visitaré a cada uno y vendré a llevármelos conmigo!”, después de que dijo eso algo en su garganta pareció atorarse, tenía movimientos carfológicos y después dejó de moverse… pasó a mejor vida. Los tres estando aterrorizados vimos como un líquido blanco escurría de su garganta llenando toda su boca, el cristalino de sus ojos cafés se había opacado totalmente como una nube blanca, su boca estaba seca y entre abierta, los ojos se le habían hundido al igual que su piel acartonada, y el estomago finalmente se había hundido. Estaba rígido y en ese momento no lo tomamos en serio Paulina, en ese momento sólo nos fuimos callados; después del velorio nos fuimos juntos detrás del ataúd rumbo al cementerio que se encontraba en la colina a las afueras de la ciudad, los tres subimos lentamente detrás de mis demás tíos que cargaban el féretro, cuando finalmente lo colocaron encima de las bandas grises que descienden hasta el hoyo de tierra decidimos abrir el ataúd para percatarnos de que efectivamente se encontrara ahí mi tío, cuando abrimos la tapa donde se debía encontrar su rostro y la mitad de su cuerpo …. ¡YA NO ESTABA!.

  • Nos asustamos, cerramos la tapa y bajamos a toda velocidad las trescientas escaleras de la colina del cementerio.  Esa misma noche ya lo habían enterrado o al menos el sarcófago y nosotros estuvimos toda la noche pensando en que hacer, Rodolfo se había quedado dormido por unas horas y pasadas las tres de la mañana se despertó gritando que lo había visto, decidimos irnos cada quien a su casa esperando que sólo fueran sueños molestos pero por lo que veo… de verdad piensa cumplir su promesa- Después de que hubiera terminado de contarme esto, decidí irme, no podía creer que esto estuviese sucediendo de verdad, manejé unas dos horas dando vueltas por la ciudad pensando en que hacer, hasta que decidí que iría directo al cementerio a averiguarlo por mí misma, recogí en mi casa la enorme pala que estaba en el cuartito de atrás, y llamé a mi vecino Terramicino; Terramicino era un joven que siempre me había ayudado con las labores del jardín, le daba empleo en lo que conseguía otro en uno de los viveros de la zona, y había demostrado ser alguien de confianza siempre fuerte y seguro, y yo  necesitaba un cómplice.


Conduje rápidamente al cementerio, subimos con dificultad las trescientas escaleras, y tuvimos que romper el candado de las rejas para poder pasar. Terramicino cavó toda la noche mientras me encontraba al pie del agujero, finalmente un golpe de madera se oyó debajo de la pala y ambos bajamos a tratar de descubrir la tierra, para ese entonces los relámpagos de esa noche se habían dejado acompañar de una lluvia intensa, todo se encontraba oscuro más allá de lo habitual como cuando está por amanecer. Terramicino abrió el ataúd por la cabecera y efectivamente… no había cuerpo alguno, sin embargo no desistí quise saber que más podría haber, alguna ropa, algún accesorio o lo que fuera que diera pistas de que pasó, entonces le pedí a Terramicino que abriera la segunda parte del ataúd fue entonces cuando tal sobresalto me invadió, Terramicino tuvo que sostenerme del brazo para evitar que cayera y derrumbara la tierra de una de las paredes del agujero de dos metros, me sostuve temblando y me volví a asomar a lo que parecía la explicación más increíble.

Don Ernesto se encontraba al fondo de la caja y sin piernas… ¿Cuál era la explicación? Resulta que  Don Ernesto como veterano de guerra tenía entre sus mayores recuerdos de arañazos y trofeos, la amputación de dos piernas por una bomba del 47’, y usaba prótesis para ambas piernas. Cuando subieron el féretro por la colina de las trescientas escaleras el cuerpo se había deslizado hacia abajo con la inclinación después de que la funeraria le había retirado las prótesis, entonces cuando Santiago, Héctor y Rodolfo habían abierto el féretro naturalmente no encontraron nada porque habían abierto la cabecera del mismo.

Pronto acomodamos el cadáver en su lugar,  dijimos una oración para evitar sentir la culpa de la exhumación del cuerpo y volvimos a tapar el hoyo, salimos de ahí y dejé a Terramicino en su casa mientras me dirigía a la casa de Héctor y de Rodolfo que yacían en un estado de shock por el pánico,  sin embargo aún algo me aquejaba, si bien es cierto que el cuerpo estaba al fondo de la caja no explicaba cómo es que el cuerpo se encontraba volteado ni el hecho de que dentro de uno de sus bolsillos se encontrara el reloj que tenía puesto Santiago cuando lo recibí en mi casa esa misma noche… preferí no indagar más y sólo explicarle el asunto a Héctor y Rodolfo y esperar que sólo este pánico ocasionado por un viejo tío fallecido hubiera sido la causa del infarto de Santiago…



P.D. Ahora me tocó publicar en este bello 14 de Octubre, pero un 14 de Octubre de 1995 nació mi hermano y deseo extenderle un bello y feliz cumpleaños, el mejor que nadie se acuerda desde pequeño de todas las historias de terror que le inventé alguna vez y también de todos los relatos de miedo que le leí alguna vez, eres un gran hermano NVG, te quiero. Saludines a todos los lectores asiduos y accidentales. Disfruten y comenten (:

8 de octubre de 2012

¿Y la buena Música?


Bueno, empecemos!

Últimamente se ha estado escuchando música muy comercial ¿no creen? & para variar no es buena!

Pero, ¿Qué creen?

xD


Existe un grupo llamado Radaid qué tiene su estilo propio *w*

Originado en Guadalajara, Jalisco, este grupo difunde música de diferentes culturas. Tocan música de diferentes etnias como lo son:

China

India

México

& más.




Los integrantes de este Magnifico grupo son:


Mary Carmen Camarena
Sofia OrozcoVictor Aguilar
Emmanuel Macías
Yolihuani CurielFernando Arias
Darko Palacios
Saul Ledesma.


Como dije al principio, tienen su estilo único; cada canción es una experiencia, & sus letras son maravillosas.


Géneros como:

 Rock alternativo, Bel canto, nacionalismo mexicano, el minimalismo, Música Electrónica, y Música Etérea e indie *u*




Es un orgullo, ¿Qué no?
Un grupo con tanto talento sea de México! & ovbio Original

Les recomiendo que los escuchen, en realidad valen la pena!
*w*

Su nuevo disco The Walling, está genial. Algo mágico y sin igual.

Caray! & esta es la primera parte!



¿Menciones que también ya han cantado con Carla Morrison?
¿No? Jaja ok pues, ¡sí!



Escuchar a Radaid & a Carla Morrison es un deleite musical.


Escuchen pues:



 
Esta es de la viejitas, pero es orgasmeante *w*

 


RADAID en Facebook

Espero que les haya gustado.
& y si les gusto comenten!
<3



Maay.

3 de octubre de 2012

Not Made in China o Chefes de Chefes, como gusten, a todo le dan sabor.

Who eat and sing will wake up crazy (El que come y canta, loco se levanta).




Esta bandita la conocí hace más de un año y a decir verdad me encantó su estilo conceptual e instrumental, cerraron con broche de oro una exposición de fotografía en algún lugar de los que luego ando visitando.

Recuerdo que me emocionó ver a músicos vestidos de Chefs y a una chica pintándolos en un mural mientras ellos nos deleitaban con sus rolas, las cuales tienen nombre de comida.

Por eso hoy, he decidido que esta es la banda apropiada de la escena indie para que ustedes comiencen a escuchar y a seguir. 

Me di a la tarea de recabar la información de sus sitios para que sepan cómo está su movida:

Not Made In China es un grupo de música instrumental de la ciudad de México. Conocidos como los chefes de chefes, en cada concierto presentan un performance musical donde se busca alimentar a los espectadores con música.

Los miembros de la banda se visten de cocineros y ofrecen sus mezclas sonoras asimilando un menú gourmet, convirtiendo el escenario en una cocina musical.

Sabe a banda de rock, con espolvoreado de funk, ramitas de swing y una pisca de jazz.




JPS






1 de octubre de 2012

Las High Gloss


.
A decir verdad mi banda presentada lleva un poco de trampa.

Conocí a Deni al entrar a la Facultad me pareció una chica genial. De hecho es de las personas más bonitas que he conocido en mi vida. Irreverente, alburera y de emociones bonitas.

Hablando de música ella me comento que toca en una banda, Las High Gloss, agrupación que (como mencionan en su MySpace) tocan un poco de toso y suenan como raro.

El grupo está conformado por: Deni guitarrista, las drums por Gaby (Ninfómana), el bajo por Jezka y la otra guitarra por Hanny.

A decir verdad a pesar de las miles de invitaciones que me ha hecho por una u otra razón no he podido asistir a ninguna de sus tocadas, pero si he escuchado mucho de su trabajo.

Han grabado unas cuantas canciones y antes, algunas, del proceso de masterización y postproducción he escuchado algunas.

Suenan, a mi parecer, a una mezcla entre las Ultrasónicas, algo del garaje de la época de My Bloody Valentine (sin llegar al shoegaze) y a lo más locochón del surf.

Ahí van poco a poco, me gustan mucho y no tiene nada que ver con el hecho de que Deni sea requetechida.

Y ya, mi recomendación es esa. No les traigo mucho de su historia porque como ellas dicen su TW: No los vamos a marear con la historia de cómo nos conocimos, simplemente somos unas chicas que nos gusta divertirnos y tocar.

Y esa es la verdad.

Dos rolitas.


















*Fotos tomadas de Twitter :)



-Alejandro-
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