Estaba el buen Chava
Sentado en la cornisa,
La muerte llego a donde estaba
Como sopla la brisa.
“Ven conmigo, tengo un regalo”
Le dijo la calaca,
“Pero soy medio pelado”
Contesto él con su guitarra flaca.
“Ándale no te voy a dejar aquí solo sentado”
Mientras le ofrecía dulce de camote,
“Yo no soy de los que coman parado”
Dijo el otro en reproche.
“Has de querer que te lleve a golpes”
Ya estaba desesperada,
“No te metas en mis trotes”
Le dijo aquel con la mano en la quijada.
“ ’Orita vas a ver, te jalare las patas”
Dijo mientras se acomodaba la sotana,
“No seas mala, mejor echame a las ratas”
Dijo mientras entonaba la La Interesada.
“No, mientras no me cantes el Gato Viudo”
Dijo la catrina acomodándose el sombrero
“Deja te la afino, no creas que soy testarudo”
Aquel intentando salvarse del sepulturero.
La calaca escucho completa la canción,
Y sabia que aquella no estaba del todo afinada,
"Ahora si te llevo directito al panteón"
Le dijo a Chava un tanto enfadada.
Pero el cronista urbano se rió fuertemente
Antes de desaparecer en la niebla,
La calaca se quedo mirando tristemente
Allí la vacía tierra.
Pobrecita de ella, tan solita y pérdida,
No entendió nada en los albores,
Pero no sabía, estaba sorprendida
Que esa era la magia, del eterno Chava Flores.
-Alejandroneichon-
muy entretenido y curioso!
ResponderEliminarNo conocía a Don Chava Flores, pero me agradó (:
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