- Pablo Neruda
De mis flores y mis ríos
han consumido hasta el ultimo respiro
de mi llanto y mi lamento
les dejo solo un árido camino.
“No soy infinita, de nadie, de todos”
dijo sollozando la marea al caminante,
mirando a su alrededor impactado
con el color marrón de las hojas,
la falta clara de un productor nato
de oxigeno puro para respirar,
las lagrimas empezaron a brotar.
¿Donde están?, ¿donde están?
AYUDA! Grita el mundo con
un apagado sonido de alerta.
¿Me das un minuto como a tu
consentido tiempo? Preguntó.
De mis flores y mis ríos
han consumido hasta el ultimo respiro,
mis latidos se los di, mis latidos
los tomaron, tiempo agotado,
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