Cargaba en sus hombros una angustia terrible.
¿Mamá? ¿Mamá?
El silencio era absoluto, la obscuridad toda de ese lugar. No estaban los gatos molestos de la madrugada, se había ido la sutil seguridad de vida. Pareciera como sí todas las pinturas construidas se hubieran quemado, la casa, las revistas, sólo había niebla.
-Ella no tuvo la culpa.- Escucho decir, de una voz femenina y angelical, al fondo del cuarto. Agudiza el oído, ¿Por qué todo estaba tan obscuro? ¿Por qué esa sensación de dolor en el corazón?
Le duelen las manos, no puede moverlas, no puede mover nada a su alrededor.
-El fuego consumió casi todo. Eleonor tuvo suerte, lo único que perdió fue la vista de sus hermosos ojos cafés, pero ¿notas? Siguen brillando como siempre. Hola Eleonor.- La saluda alguien, cae en cuenta, no podría ver nada nunca jamás.
Perdió la visibilidad de las cosas, de sus manos quemadas, de sus manos pintando ilusiones en algún papel. Todo estaba perdido. Todo era niebla. Todo en sus ojos, en su alma; niebla por todas partes, no la dejaban pensar. Niebla que se extiende por todo su cuerpo, suelta algunas lagrimas...
-¿Eleonor?, sigues viva...
Le recuerdan con dulzura, con esperanza en la voz. Tenía vida y unos hermosos ojos cafés, que brillaban a la menor provocación.
Andrea Balency - III les livres [Demo] by AndreaBalencyMX
Qué triste:/, dejar la niebla consumir todo en tu vida... consumir la vista de todo a tu alrededor... desconocer el mundo por completo. Triste todo. Saludos Martha (:
ResponderEliminarQue triste =(
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