Uno como estudiante foráneo, situado en un lugar alejado del de origen, separado de la familia, condenado a comer pastas u otros platillos baratos a fin de economizar, relegado a las sopas instantáneas o frijolitos cocidos, y muchas otras situaciones tristes, se encuentra a la deriva culinaria, echa de menos la comida de la madre, y en mi caso de la tía.
Entre una de las cosas que amo de las vacaciones, incluido en el regresar a la ciudad de origen o el hecho de viajar, se encuentra INALIENABLEMENTE el degustar la comida de mi tía, en específico su mole.
Sí, sonará soberbio, sí, el mole es uno de los platillos más comunes y sabrosos, sí, todas las mamás son las mejores cocineras, sí, ya sé que en la foto no se ve tan apetecible, o le faltan guarniciones, sin embargo presumo, es el mejor manjar. Podría vivir del mole de mi tía durante meses sin hartarme. No sé de cierto su receta, conozco que le pone muchos pero muchos ingredientes, conozco que esa receta ha pasado de generación en generación, reconozco que he intentado elaborarlo más de una vez y no alcanzo tal sazón; quizá la clave está en la pizca de amor que le pone mi tía, en la manera que lo sirve y que calienta las tortillas para probarlo con las más frescas y sabrosas.
Para muchas de las matriarcas, en la manera de preparar alimentos se deposita esa unión en la familia, sí, quizás ahora vivimos en una época donde la familia o su concepto ha cambiado significativamente, pero creo y me atrevo a decir que la gran mayoría de nosotros, aún conservamos a una Tía o Mamá como la mía, en la cual todo su amor y cariño, y la unión se van demostrando poco a poco en la cocina, quien sonríe y para quién un decirle: "Gracias, estuvo delicioso" es la mejor manera de hacerla sonreír.
Sí, también sé que esta visión de la tía que cocina rico pudiera adecuarse al antiguo hecho del machismo mexicano, pero reconozcámoslo, son aquellas mujeres las que cocinan más rico.
Vicios los hay varios, manjares y placeres sobran en la vida de un estudi-hambre, sin embargo creo yo, que una felicidad tremenda es aquella que se vive cuando regresas por vacaciones a casa y encuentras allá en el hogar un plato de amor, mucho amor, más uno que otro guisado.
mfd
Eso, que esta hecho con amor: ese es el mejor sazón de todos creo yo
ResponderEliminarA mi tambien me dijeron que si sabe rico es porque esta hecho con amor. Por eso me gusta ir a casa de mi abue =) con esa comida que aunque sean tacos de frijos saben muy ricos. =D
ResponderEliminarAh sicierto,... nadie prepara la maruchan como mi jefa!
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