Recuerdo bien la canción más hermosa del mundo
que marcaba mi vida con punto y pelota
A las notas perdidas de un rock and roll idiota
Que dictaba los latidos de un corazón vagabundo.
Fue en una calle llamada melancolía
donde me robaron el mes de abril
en un asalto sin fuerza hostil
mientras solo pensaba en esa melodía
Viví con la frente marchita
navegando sin timón ni timonel
el dolor que en esta piel habita
Ya no habrá más caricias ni roces
Pues ella partió al son de esa canción
Y olvidarla tomará 19 días y 500 noches
Antónimo de Buenagana.
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