El español es idioma oficial de 24 países y cuenta con un aproximado
de 400 millones de hablantes nativos, siendo así el segundo idioma mas hablado
en el mundo según las cuentas de la ONU. Esta lengua romance, en sus no pocos
siglos de historia, ha sido alterada para adaptarse a las distintas sociedades
que la han ido adoptando.
El escritor francés Guy Maupassant, decía: "Cualquier cosa
que se quiere decir sólo hay una palabra para expresarla, un verbo para
animarla y un adjetivo para calificarla.". Lo hermoso de la lengua
española, es que a diferencia del autor de Bel
Ami, los hispanohablantes tenemos la ventaja de un léxico mas diverso y no hace falta recorrer país a país para darnos
cuenta de ello; México cuenta con un mosaico de palabras tan amplio, que estoy
segura podría repartir entre otras lenguas y aún le sobrarían las suficientes
para revolvernos a todos en una marejada de términos pintorescos que le dan
sazón a nuestra identidad.
Los norteños enriquecen nuestro vocabulario importando anglicanismos
intraducibles de uso cotidiano como “email” , “enfatizar” y “confort”; junto a algunas palabras de su propia
invención: ¡Adeo que esos vatos no andan perdiendo el tiempo pues! Ahora, que
si el norte fuera el sur, nos encontraríamos con expresiones un tanto mas
bizarras con esa costumbre de tergiversar la realidad diciendo que “te van a venir a traer” cuando realmente te van a recoger; por si eso no
fuera poco tienen la costumbre de intercambiar la imagen del Todopoderoso por
la de un animal de carga transformando el “Ay Dios” en “Ay Burro”.
Pero a pesar de las contrastantes diferencias existentes entre el norte y
el sur, no se compara con la cantidad de expresiones propias del centro de la
República; específicamente de la ciudad coronada de olivo que gracias a una
especie de “sueño chilango”, se ha vuelto sede una algarabía heredada de todos
los estados, acoplada con un estilo local muy particular . En un recorrido
cotidiano puedes escuchar cientos de regionalismos propios de esta jungla de asfalto; el chofer del “pesero” “sabroseandose”
a todas las mujeres que osen pasar por su vista periférica y ¿cómo olvidar a
los “merolicos” del metro con su eterna cantaleta “Le traigo, le vendo la nueva
película que es mp3, que también es comestible…”? Y por supuesto, esa ancestral
costumbre de echarse unas “caguamas” con la “bandita”, y si no traes “charola” -o
ife-, “pos te amuelas”
Así podría seguirme largo y tendido , pues si algo queda claro es que los
mexicanos, “a falta de pan, tortillas”; no nos
complicamos, a la hora de comunicarnos, entre nosotros nos acoplamos perfectamente.
Así que como dicen en mi pueblo, me retiro y ahí nos vidrios.
Gran entrada, datos muy interesantes y expresiones que nunca había reflexionado en esa forma, que agradable, saludos.
ResponderEliminarLo me gusto.
ResponderEliminarHe escuchado eso alguna vez.
Qué bonito artículo, muchas felicitaciones a la autora invitada por sus aportes.
ResponderEliminarAhí se wachan compas.
jajaja sabroseándose a todas las mujeres que osen pasar por su vista periférica jajaja
ResponderEliminarme encantó
esta interesante, y muy chistoso lo del ¡ay burro!
ResponderEliminarohhh =D !!Que bonito blog!! He aprenido tantas cosas en tan poquito tiempo =) Y hasta se me hizo divertido.
ResponderEliminarMuy interesante!
=D Saludos!!