No puede dejar de atraer con las manos vacías lo que se hunde en la fuga insaciable y permanente de un espíritu que compró en el mercado, al otro lado, en la orilla, el abismo, el callejón, un cliché. Su vida que fue, fantasía, un lápiz labial rojo, un vestido de tul de la abuela. ¿Por qué llora la niña? ¿Por qué al cristal de su ventana llora y de sus venas algún liquido rojo emane como sí fuera deseado?
El miedo. La desesperación.
Sus ideas que eran oro, sus ideales que valían todas las carreras del amante. Su mamá sufrió... sí. Por sí te lo preguntabas, Ana.
¿Ana? Tirando su vida por la ventana.
Intento todos los suicido posibles. Del que le habló el señor que cortaba las cabezas de pescado. Él que intento Salvador Gómez en la Torre Latino Americana y nunca fue documentado y falló. Intentó el viejo truco de las venas sangrando y la tina llena de agua.
Llueve sobre ella, el peso en sus hombros que no quiere que cargues. Así que se detuvo, tomó asiento; Ana, dejó por fin a la vida decidir sobre su muerte. Muerte y vida. Su ansiedad de morir.
Aplaudió; tocó el tar, como nadie; rezó; le dolió, la cabeza, los dedos, el corazón; después comió pan, dos, le coloco un poco de queso; durmió; no, no, no despertó.
No despertó nunca más. ¿Ana?
36 historias en 72 días. THREE.
Música: The cravings of the dead by Radaid
Un ángel se nos va. Descanse en paz, Chavela Vargas.
Música: The cravings of the dead by Radaid
Un ángel se nos va. Descanse en paz, Chavela Vargas.
Críptico a mi parecer. Pero me gusta ese halo que siempre dejas.
ResponderEliminarUna historia de imágenes contada con palabras, eso fue, la muerte entonces debiera ser como la felicidad, cuando no la buscas... te encuentra. Saludos me gusto este capítulo.
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