Innecesario. Pero folclórico. |
Recuerdo cuando mi madre habla
con su hermana, que me parece viene siendo mi tía hasta donde me han dicho, me
cuesta mucho trabajo seguirles el hilo. Que si la chibola, que le pico la
matalosano, que si se le subió la muina, que la vecina ha andado como si fuera
del cafetal. Horas después entiendo que habían estado hablando de un gran
bulto, que le pico una araña, que se enojo y que la vecina es medio piruja.
Y es que eso de los regionalismos
habla por sí mismo de que una cultura se va haciendo rica en medida de que
estos varían, ya que como dijeran los evolucionistas, entre una especie sufra
más variabilidad en mecanismos de adaptación; más probable será su
supervivencia.
Es bien retepadre que uno viaje a
otros estados y no entender ni madres pero al momento hacerlo. El simple hecho
de querer comprar una paleta de hielo desencadena un titipuchal de conceptos
que uno no veía venir. Y por si las moscas uno antes de llegar a cierta zona ya
va pregunta que decir y que no. Pero nunca sirve, aunque ande ahí viendo si es
Chana o es Juana.
Sin embargo, un punto peligroso
de muchas regiones es el albur. Resulta un tanto desastroso andar con la mente
en blanco porque ay jijole de chichurria ya nomás uno sale perdiendo por andar
pajareando. Algo muy característico de los regionalismos es la forma en que a
uno se le hace trampa con el albur. Es una batalla, que independientemente del
trato que ahora se le da estúpidamente vulgar y agresivo, de ingenio, farsa y
comedia que solo los vivarachos de lengua logran sacar avante.
Y los regionalismos muchas veces
son entendidos como usos ajenos y rara vez utilizados porque solo son
identificados por aquellos que nos los manejan diariamente. Pero son parte de
la vida cotidiana, de lo que se respira a diario, son la reinvención del
lenguaje que se da a cada momento y por tanto de la cultura, siempre suena a
cliché aquello que los mexicanos hablen acerca de cuan rica es su cultura y más
al compararse con otras, es casi narcisista, pero de cierta manera algo que es
muy acertado es que entre un lenguaje más florido y bonito sea, como las plumas
de un pavo real, más nutrida hace su cultura, más plural y más accesible.
La poesía se compone
primordialmente de la vida cotidiana, de lo que fluye y se compone de sílabas,
solo que se expresa a través de romanticismo y límites. El lenguaje cotidiano
de nuestro país es de igual manera, solo que el único límite es que a uno se le cierre la garganta.
-Alejandroni-
Muy cierto, todo y cuanto se dice, y jajaja vaya que es difícil seguir el hilo a las cosas cuando las palabras son nuevas y más que nada floripundias :), nuestro lenguaje y le créme de nuestra sociedad tan variada. Saludos.
ResponderEliminarQue onda con la noticia?? jajaja
ResponderEliminarEso de viajar y preguntar y que es eso que me ofreces??? (hablando de comida) es la onda, conocer y estar abiertos a probar todo es lo divertido.
Saludos
Me ha fascinado la conclusión, un fuerte abrazo.
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